💸 Costo: una diferencia que se nota
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Tapizado: suele requerir mano de obra especializada, traslado del mueble y materiales a medida. El costo puede equivaler a comprar un sofá nuevo.
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Fundas: son una alternativa muchísimo más económica y accesible. Permiten renovar el look sin gastar de más y con opciones para todos los estilos.
⚡ Tiempo: renovación inmediata
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Tapizado: puede demorar días o semanas, dependiendo de la disponibilidad del tapicero y de la complejidad del mueble.
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Fundas: se instalan en minutos. No necesitas desmontar nada ni mover el sofá. Es un cambio rápido, fácil y sin interrupciones en el hogar.
🎨 Estilo y variedad: cambia cada vez que quieras
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Tapizado: una vez que escoges el diseño, quedas con ese look por años. Cambiarlo implica volver a invertir en todo el proceso.
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Fundas: puedes tener varias opciones y alternarlas según la temporada, el estilo o incluso el estado de ánimo. Tonos naturales, texturas acolchadas, reversibles, impermeables… solo eliges y listo.
🧼 Mantención: vida útil prolongada
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Tapizado: si se mancha, suele ser difícil de limpiar; algunas telas requieren productos especiales.
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Fundas: son lavables, fáciles de mantener y perfectas para casas con niños o mascotas. Protegen tu sofá original y alargan su vida útil.
🛋️ Resultado final: una sala renovada sin complicaciones
Si buscas una solución práctica, económica y con estilo, las fundas son la forma más fácil de transformar tu sala sin grandes inversiones.
Puedes proteger tu mueble, cambiar la decoración y darle nueva vida a tu espacio cuando quieras.
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Renueva tu living sin complicarte.
