Tradicionalmente relacionamos la decoración de tonos oscuros a espacios cargados con muebles de gran peso visual o mucho volumen. Pero, en realidad, se trata de muebles de maderas nobles o tapices en tonos cautivantes que se adaptan a la perfección en ambientes contemporáneos, donde además resultan ser los aliados ideales para crear contraste y agregar calidez.
Proporción perfecta
Una de las claves para decorar una habitación(la que sea) con tonos oscuros está en el equilibrio entre la iluminación y la mezcla entre tonos oscuros y otros más suaves. Colores como el blanco, beige o marfil son compañeros ideales que ayudarán a evitar que el espacio se perciba más pequeño.
Suaviza tus darks
Si el contraste claro-oscuro resulta en un conjunto un poco aburrido puedes agregar calidez y frescura añadiendo elementos como fibras naturales y plantas. Cojines, alfombras, mantas, floreros y maceteros completarán un ambiente acogedor, relajante y muy refrescante.
Un sofá con presencia
Apostar por un sofá con tapicería oscura es una apuesta ganadora. El truco: equilibra el peso del sofá con el resto de la deco. Textiles y complementos en tonos suaves ayudarán a añadir un toque de color y resaltar las curvas de tu sofá. Si quieres complementar el espacio con una alfombra asegúrate de seguir la misma idea, de esta manera evitarás el efecto encogedor.