Llega un momento en que la decoración de nuestras casas ya no vibra en la misma frecuencia con que lo hacía en un comienzo y es entonces cuando las ideas de un deco-refresh comienzan a ocupar nuestras mentes. Cortinas, alfombras, muros, complementos… los elementos que se pueden cambiar para llevar a cabo ese cambio de aire tan deseado son múltiples, y si tienes un estilo decorativo en la vista entonces el camino ya está más o menos trazado. Hasta que nos encontramos con el dilema del sofá, el protagonista del lugar, si va con tu proyecto decorativo ¡enhorabuena!, pero si ya está un poco pasado de años o su tapiz ya no va con nuestra visión de proyecto de renovación, no podemos cambiarlo cada vez que nos aburramos de su estilo. Por esto, si quieres darle un nuevo look cada poco tiempo esta es la manera de conseguirlo con mucho estilo.
Con una funda los muebles tienen la posibilidad de cambiar de piel, como quién cambia de outfit. De hecho, tener una funda gruesa, como velvet o jacquard, de tonos acogedores para el invierno y otra de aspecto más ligero como microfibra de tonos refrescantes para la época estival, es una excelente idea para entrar rápidamente en el mood perfecto para disfrutar de cada temporada. Además la tela de la funda se ajusta como un guante a cada tipo de sillón y están diseñados para poder ser fácilmente desmontados para lavarlos y secarlos a máquina sin perder elasticidad, textura o resistencia.
Renovar el estilo de una habitación es tan rápido como te demoras en cambiar una funda, y la variedad de tonos y modelos disponibles permiten que tus sillones armonicen a la perfección con el estilo que quieras. Moderno, rústico, escandinavo, romántico, boho… envuelve el espacio del estilo que quieras vistiendo al protagonista de la habitación en una suave funda.