El blanco es el punto de partida para dejar llevar nuestra imaginación, el comienzo de todo. Utilizar el neutro más popular es apostar a ganador cada vez, por eso es un infalible en la decoración: es luminoso, amplía los espacios y es el lienzo perfecto para jugar y combinar materiales e integrar otros colores. Un living en tonos blancos se vuelve instantáneamente en un espacio sencillo, elegante y, en los tonos correctos, muy acogedor. Muy versátil y atemporal, si eliges bien tus cartas, tu living pasará de aburrido y monótono a uno totalmente fresco y renovado en pocos pasos. ¿Quieres saber cómo? sigue leyendo…
Por siempre triunfador
Perteneciente al selecto grupo de moda permanente. El color blanco en la decoración jamás envejece, por eso optar por muebles o decoración en el tono siempre es un acierto. Aunque en el caso de los muebles blancos esta elección puede ser un tanto preocupante, sobre todo si en la casa hay niños o mascotas, una excelente opción es cubrir sofás y sillones con una cómoda funda.
Son muy fáciles de lavar y extremadamente agradables al tacto, además se ajustan a la perfección a los muebles por lo que de lo único que debes preocuparte es de disfrutar de tu salón, su calidez y estilo. Triunfante.
Blanca calidez
Sinónimo de paz, sencillez y, por supuesto, limpieza. Conocido por generar sensaciones de calma, sosiego, paz y relajación. Pero ¿En cuántos salones fríos y asépticos de blanco puro te has encontrado? Bueno, existen varios tipos de trucos para decorar en blanco y crear un espacio lleno de luz, jovialidad y frescura sin sentirse en la sala de un hospital. Por ejemplo: agregar plantas y complementos en textiles acogedores agregan un toque hogareño muy agradable. Otro truco para agregar calidez es a través de la iluminación, para esto piensa siempre en luces en tonos caniculares.
Madera y fibras, el match perfecto
El blanco junto a materiales orgánicos como fibras y/o madera es una combinación que nunca decepciona. La pureza del blanco junto a la naturalidad de la madera y las fibras encuentran el equilibrio perfecto. La nobleza de los materiales aportan calidez al blanco y éste les devuelve el favor iluminandolos y haciéndolos destacar aún más.