Espacios naturalmente más ordenados, limpios y funcionales. Si también te enamora la elegante simpleza del estilo escandinavo, te compartimos las claves para que lo apliques en tu decoración.
Blanco y más blanco
Aunque la paleta de colores de este estilo se compone de una amplia variedad de tonos neutros, el blanco siempre es el lienzo principal por su maravilloso atributo de reflejar la luz natural como ningún otro. Si quieres contrastar elementos dentro de la habitación, utiliza colores crudos como el gris, beige e incluso madera.
Materiales y textiles
La naturaleza está presente en los materiales de este estilo. Pisos de madera y detalles en piedras son infaltables en el escandinavo. Textiles acogedores en telas suaves como lana, sintético o algodón en almohadones y alfombras son ideales para agregar un toque de calidez a este estilo. Aprovecha este recurso y agrega frazadas
Muebles
Los muebles escandinavos son simples y modernos. De líneas rectas, limpias y puras. Siempre con tapicería dentro de la paleta de colores neutros, detalles en materiales naturales como madera en patas le dan una sensación acogedora al conjunto.
Complementos
Los espejos son imprescindibles en este estilo, ayudan a reflejar la luz natural y crean la ilusión de mayor amplitud. Lámparas en tonos cálidos y velas son ideales para agregar calidez e intimidad al espacio. Almohadas y frazadas en tonos crudos son el toque de color y contraste perfecto.
Plantas
Al ser un estilo inspirado en inviernos largos y fríos, continuar la conexión con el exterior es muy importante por esto la presencia de plantas juega un papel tan importante. Agregar vida hace que ingrese el exterior a la habitación y ésta se refresque automáticamente. Además de purificar el aire, agrega vida y color en cada rincón.