1. ¡Recuerda que lo barato cuesta caro! No sigas la opción que te ofrece el menor precio. Una funda barata tiene poca vida y además a esta tela le faltan ciertas cualidades importantes. Sin embargo, la tela de productores europeos no sólo te da ganas de tocarla, posee colores hermosos e intensos y se ve igual incluso después de 100 lavados. Por si fuera poco, ¡es capaz de absorber el olor a mueble viejo y es hipoalergénica!
2. Presta tu atención al país de origen. Las mejores telas se hacen y se cosen en Europa. Ten cuidado con las imitaciones baratas, pues pueden estar hechas de materiales de poca calidad que no son resistentes, huelen mal y causan alergias.
3. Las fundas modernas son muy elásticas, pero esto no quiere decir que sirven para cualquier mueble. Elige el modelo adecuado precisamente para tu sillón o sofá. Las fundas tipo estándar son:
- Sillón de un cuerpo: el ancho del respaldo de 0,5 a 1 m
- Sofá de dos cuerpos: el ancho del respaldo de 1 a 1,6 m
- Sofá de tres cuerpos: el ancho del respaldo de 1,6 a 2,5 m
- Sofá L o esquinero: el ancho del respaldo puede ser de 3,5 a 6 m
Ojo con que algunos modelos son sólo para sofás tipo L derecho y otros para L izquierdo.
4. ¿Tu gato es uno de la familia y ocupa su lugar en el sofá? Entonces, echa un vistazo a las fundas especiales que son resistentes a los ataques felinos debido a una estructura especial tipo resorte. Para sus uñas los gatos prefieren tapizados bien duros y tensos, por eso inventaron la tela bielástica que se estira como un resorte y muy pronto les desilusiona a los vándalos peludos. ¡Y le dejan al sofá en paz para siempre!
5. Busca el color que te parezca más harmonioso y combine perfecto con tu ambiente.
6. Otra sugerencia: cómprate un juego de dos fundas, una para cada día y otra para ocasiones especiales.
Si te quedaron dudas sobre la elección y la compra de fundas, por favor, consúltanos y con gusto te ayudamos.