Otomanas, un clásico siempre a la moda.

Otomanas, un clásico siempre a la moda.

Un tipo de sofá muy utilizado en diseño de interiores es la otomana. Se encuentran en muchos estilos, diferentes materiales y texturas. Pero, lo que hace de éste mueble una pieza realmente imperdible es su versatilidad, aportan un toque de elegancia y simetría a cualquier espacio: living, dormitorio, sala de estar o terrazas. Si te inclinas por el estilo acogedor y moderno; sin duda el mueble otomana es ideal para ti.

Versatilidad

El diseño tan particular de la otomana la convierte en un mueble que puede cumplir varias funciones, incluso en una misma habitación:

Banquillo:

El uso tradicional del mueble otomana es como banquillo. Resultan cómodas para ponerse los zapatos, o simplemente descansar. Al ser un mueble de tamaño compacto, puede ser guardado debajo de una mesa con rapidez en caso que necesites más espacio. 


    Reposapiés:

    Si hablamos de comodidad una otomana es la mejor aliada, al tener una superficie acolchada es el complemento perfecto para un berger o sillón. Juntos, le dan un toque acogedor a cualquier espacio. Aunque utilizarlo de esta manera hace que mantenerlo limpio sea un desafío, es recomendable utilizar una funda para proteger el tapiz original de manchas y abrasiones.


      Mesa de centro:

      Otra manera de utilizar el otomana es como una mesa de centro o auxiliar; como suelen ser más bajos que otros muebles y poseen una superficie estable, resultan una excelente opción. Además combinando su color y tapicería con el resto de la decoración, permite unificar el espacio sobre todo cuando estos son amplios. 

        La decoración en los espacios de tu casa no es permanente, está en constante evolución según tu estilo, temporada o incluso estado de ánimo; por esto una gran opción para acomodar tu querida y versátil otomana al nuevo estilo de tu espacio son las fundas. 


        Su uso resulta práctico y conveniente, debido a su versatilidad natural, hace que la otomana esté más expuesta al desgaste y la suciedad que otros muebles por lo que proteger su tapiz original con una funda lavable y resistente siempre será una buena decisión. 


        Además, la variedad de colores y texturas de las fundas permite mayor libertad al momento de repensar el diseño de tus espacios y sobre todo un ahorro sustantivo, ya que puedes cambiar la personalidad de tu otomana fácilmente para adaptarla a tu nueva decoración sin tener que gastar en muebles nuevos.


        En conclusión, la otomana es un mueble que no puede faltar, por su versatilidad y comodidad, se adapta a cualquier espacio. Combinándolo con tu decoración y protegiéndolo de los riesgos del día a día, se transformará en una pieza indispensable de tu espacio renovado.