Por qué debes cubrir tu sofá Berger

Por qué debes cubrir tu sofá Berger

Los sofás reclinables, también conocidos como Berger, son muebles maravillosos. No hay nada más agradable que llegar a casa después de un largo día de trabajo, sentarse en el sillón y activar el mecanismo que levanta el apoyapies... Eso es realmente relajante.

Los Berger suelen venir en varios modelos. Hay individuales, dobles o incluso triples; todos incluyen el mecanismo que les permite reclinarse, a veces de forma conjunta, a veces de forma individual. Cualquiera sea el que tengas en tu living, aquí te hacemos una recomendación: ¡ponle una funda! No te arrepentirás.

¡Que vivas cien años!

Los sofás tipo Berger suelen ser más caros que la media. Esto es lógico, si tomamos en cuenta que tienen un mecanismo interno distinto al del resto de los sillones. Por eso mismo es importante conservarlos en buen estado: para amortizar esa inversión.

Sin embargo, es más fácil decirlo que hacerlo. La tentación de comer y beber sobre el sillón es muy grande; y ni hablar de quienes tienen mascotas. No es sencillo hacerle entender al gato que no debe afilar sus garras en ese sillón porque ha costado mucho dinero.

Allí es donde aparecen las fundas. Protegen a tu sofá de las manchas y los accidentes; y de hecho, si son de tela bielástica, también solucionan el conflicto con los gatos. Por su estructura, que tiene forma de resortes, las fundas de ese material no atraen a los gatos, que no pueden afilar sus uñas allí.

La comodidad es la prioridad

El principal argumento contra las fundas es, probablemente, la comodidad. En el pasado, las fundas eran de un material plástico, incómodo al tacto, que empeoraba sustancialmente la experiencia del sillón. Para colmo, en el caso particular de los sillones reclinables, muchas veces el mecanismo se veía comprometido de alguna forma, lo que arruinaba totalmente el propósito de ese mueble.

Por suerte, esto ya no es así. Las nuevas fundas elásticas se adaptan perfectamente a la forma de un sillón Berger, permitiéndole funcionar sin problemas. A su vez, están construidas con una tela agradable al tacto, que no genera el tipo de irritación que antes podía provocar el plástico.

Estilo y elegancia

 El otro gran argumento en contra de las fundas se relaciona, generalmente, con el diseño. Esto se debe a que la mayoría de la gente no quiere arruinar la decoración de sus livings con una cobertura plástica y aparatosa. Afortunadamente, este no tiene por qué ser el caso. Las fundas de Eurofunda son de una tela agradable al ojo y al tacto, y vienen en varios colores, por lo que pueden adaptarse fácilmente al estilo de tu living.

Lo que es más: en muchos casos, nos resistimos a cambiar la decoración de un ambiente por un tema económico. Cambiar de estilo implica, gran parte de las veces, cambiar de muebles, y eso puede ser costoso. Sin embargo, es posible, en vez de reemplazar el sillón, ponerle una funda de un color más acorde, y adaptarlo así al nuevo estilo.

Conclusión

Lo cierto es que en el pasado había muchas razones para resistirse a las fundas. Eran incómodas, poco atractivas a la vista y, en el caso de los sillones Berger, hasta podían ocasionar problemas en su funcionamiento. Pero la tecnología ha avanzado, y hoy en día es posible encontrar fundas cómodas, resistentes y elegantes. Por si fuera poco, pueden ir directo a la lavadora, lo que significa que son más higiénicas.

Debido a todo esto, nuestra recomendación es clara: ponle una funda a tu sillón reclinable. Durará más tiempo y, a la larga, terminarás agradeciendo esa inversión. ¡Aprovecha esta oportunidad!